Crines y acero. Así se titula una nota aparecida en un diario español firmada por el periodista José Havel. Caballos y el cine español, una relación de muchos años… Se trata de nuestra primera propuesta en una nueva sección de welovepolo: Internet. Pasen y vean…
Los caballos españoles siempre han estado considerados entre los mejores del mundo. Sobre todo el caballo andaluz (o caballo español), fruto del cruce entre el caballo ibérico y el Barb berberisco llegado a nuestra península con la invasión musulmana del siglo VII. Fuerte y hermoso, atlético y elegante, dócil e inteligente, es el caballo más solicitado en los espectáculos. De ahí que, como las espadas (de Toledo), buena parte de los caballos que vemos en las películas de Hollywood sean reclutados en España.
Pero, mucho antes de su parentesco árabe, los caballos ibéricos ya eran célebres por su calidad durante el período helenístico en el Oriente. Antíoco III tenía un asturcón, lo mismo que luego el emperador romano Nerón, dado que el pequeño equino astur era todo un signo de distinción entre los ciudadanos ricos del imperio.Hispania abastecía a Roma, más que cualquier otro lugar, de caballos para la guerra y los espectáculos. Julio César gustaba de montar caballos hispanos en sus campañas militares, y principalmente hispanos eran los caballos adquiridos para las peligrosas carreras en los circos.
Como hispano fue asimismo el mejor auriga de todos los tiempos, Diocles, uno de cuyos caballos, Passerinus, vencedor en más de 2.000 carreras, era tan venerado que los soldados patrullaban las calles cuando dormía.En la actualidad nuestros caballos siguen siendo pieza fundamental del mayor espectáculo de su tiempo: el cine. Estos días podemos verlos en 'Astérix en los Juegos Olímpicos', luciéndose en las carreras de cuádrigas, como antaño. Unas escenas confiadas a Ricardo Cruz, domador y especialista implicado a menudo en rodajes internacionales con caballos españoles, como los de 'Braveheart', 'Gladiator', 'El último samurai', 'Cold Mountain', 'El rey Arturo', 'Alejandro Magno' y '1492: La conquista del paraíso' (donde, por cierto, se recoge la llegada a las Indias del caballo español, el primero en arribar a América).
Por lo general a las órdenes de Steve Dent, el gran 'horse master' del cine mundial, quien, a propósito de los dos hermosos corceles negros andaluces que montaba el Jinete Sin Cabeza, aprovechó la filmación de 'Sleepy Hollow' para elogiar la particular inteligencia del caballo español. Algo que ya había hecho siglos atrás su paisano William Cavendish, duque de Newcastle, uno de los mayores expertos caballares del XVII, al escribir que, de todos los caballos del mundo, los caballos de España son los más entendidos, los más nobles y los mejor cortados desde la punta de la oreja a la punta de los cascos.
Amén.
sábado, 1 de marzo de 2008
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