En esa mañana del domingo 3 de diciembre de 2000, las nubes le ganaban al sol. Eran las 7 de la mañana, un horario en el que entrevistado y periodista no solían –ni suelen- estar despiertos. O sí: cuando volvían –o vuelven- de alguna salida nocturna extensa. Unas 12 horas antes, Chapaleufú II acababa de ganar su tercer Abierto de Palermo. E Ignacio Heguy cumplió la promesa: “Si ganamos, vamos al Obelisco… A caballo”. Esa nota será inolvidable. Por las fotos sorprendentes y por las circunstancias. Aquella vez se escribió:
“El show de Nachi fue de veinte minutos de duración, sin bajarse del caballo. Cruzó Cerrito, posó en la Plaza de la República, se adueñó de un carril de la 9 de Julio a contramano ante los incrédulos automovilistas, para que cuando el semáforo se pusiera en rojo, hacer una hermosa galopada con el cemento como alfombra. Luego, insatisfecho, dijo: “Me imaginaba la foto cabalgando en Corrientes”. Y allí fue: volvió al punto de partida, agarró en dirección oeste la avenida que nunca duerme y largó otro fuerte galope, éste más veloz, y con las dos manos arriba saludando. Mientras todo esto sucedía, automovilistas y peatones ocasionales pasaban por al lado del llanero del Obelisco sin llegar a comprender de qué se trataba. El aprovechaba y jugaba, como más le gusta: “A cuatro pesos la foto con el caballo”, vociferaba; “¡Eh, che, con éste vas más rápido!", le gritó a un ciclista que miraba desconcertado; "Chau señora”, saludó a una elegante dama que todavía debe tratar de entender esa escena fellinesca”.
Hubo un diálogo:
-Nachi, no encajás en el molde del polista clásico.
-Depende cuál tengas como molde.
-Los otros 31 jugadores del Abierto... Y hubo frases con el sello de Ignacio Heguy que hoy, más de siete años después, mantienen una enrome vigencia:Entre muchas más, dejó estas frases con su sello:
* “Puede ser que no encaje. Es muy fácil no calzar en el molde los polistas, porque siendo un poquito diferente sos totalmente distinto”.
* “La gente, no sólo los polistas, es complicada. No entiende la simpleza. Los polistas miran mucho lo que hacen los otros. No se miran a uno mismo”.
* “Nunca me importó mucho lo que dijeran, y al principio se decían cosas bastante feas. Por ahí que andaba en la droga, que era p... Con el tiempo se dieron cuenta de que estaba todo bien. Ahora me aceptan como soy”.
* “El premio al jugador mejor montado del torneo está bárbaro. Tal vez muchos se lo tomen a risa y digan de que soy un desbolado, pero no se dan cuenta de que, detrás mío, hay mucha más organización de lo que demuestro”.
* “Somos un equipo clásico en una época moderna. Vamos a quedar en la historia por volver a jugar el polo de antes que, sin dudas, sirve. Jugar simple y ganar es dos veces bueno”.
* “Todos quieren ser como Cambiaso, y Cambiaso hay uno solo. Es más simple ser como nosotros, que tenés más posibilidades y es más fácil jugar”.
* “Admiro a Gonzalo Pieres. La mitad de lo que hacemos hoy nosotros es por él. Ganar plata, jugar en tantos lugares. El tiene mucho que ver. Le dedico el título en su retiro. Por todo lo que me enseñó sin darse cuenta”.
* “En esta final conseguimos reconocimiento. En las anteriores siempre hubo un pero... Ahora ganamos de punta a punta, y por tres goles. Demostramos que somos un equipazo. Entramos en la historia”.
Sí, fue el día en que Ignacio Heguy anduvo a caballo en el Obelisco.
“El show de Nachi fue de veinte minutos de duración, sin bajarse del caballo. Cruzó Cerrito, posó en la Plaza de la República, se adueñó de un carril de la 9 de Julio a contramano ante los incrédulos automovilistas, para que cuando el semáforo se pusiera en rojo, hacer una hermosa galopada con el cemento como alfombra. Luego, insatisfecho, dijo: “Me imaginaba la foto cabalgando en Corrientes”. Y allí fue: volvió al punto de partida, agarró en dirección oeste la avenida que nunca duerme y largó otro fuerte galope, éste más veloz, y con las dos manos arriba saludando. Mientras todo esto sucedía, automovilistas y peatones ocasionales pasaban por al lado del llanero del Obelisco sin llegar a comprender de qué se trataba. El aprovechaba y jugaba, como más le gusta: “A cuatro pesos la foto con el caballo”, vociferaba; “¡Eh, che, con éste vas más rápido!", le gritó a un ciclista que miraba desconcertado; "Chau señora”, saludó a una elegante dama que todavía debe tratar de entender esa escena fellinesca”.
Hubo un diálogo:
-Nachi, no encajás en el molde del polista clásico.
-Depende cuál tengas como molde.
-Los otros 31 jugadores del Abierto... Y hubo frases con el sello de Ignacio Heguy que hoy, más de siete años después, mantienen una enrome vigencia:Entre muchas más, dejó estas frases con su sello:
* “Puede ser que no encaje. Es muy fácil no calzar en el molde los polistas, porque siendo un poquito diferente sos totalmente distinto”.
* “La gente, no sólo los polistas, es complicada. No entiende la simpleza. Los polistas miran mucho lo que hacen los otros. No se miran a uno mismo”.
* “Nunca me importó mucho lo que dijeran, y al principio se decían cosas bastante feas. Por ahí que andaba en la droga, que era p... Con el tiempo se dieron cuenta de que estaba todo bien. Ahora me aceptan como soy”.
* “El premio al jugador mejor montado del torneo está bárbaro. Tal vez muchos se lo tomen a risa y digan de que soy un desbolado, pero no se dan cuenta de que, detrás mío, hay mucha más organización de lo que demuestro”.
* “Somos un equipo clásico en una época moderna. Vamos a quedar en la historia por volver a jugar el polo de antes que, sin dudas, sirve. Jugar simple y ganar es dos veces bueno”.
* “Todos quieren ser como Cambiaso, y Cambiaso hay uno solo. Es más simple ser como nosotros, que tenés más posibilidades y es más fácil jugar”.
* “Admiro a Gonzalo Pieres. La mitad de lo que hacemos hoy nosotros es por él. Ganar plata, jugar en tantos lugares. El tiene mucho que ver. Le dedico el título en su retiro. Por todo lo que me enseñó sin darse cuenta”.
* “En esta final conseguimos reconocimiento. En las anteriores siempre hubo un pero... Ahora ganamos de punta a punta, y por tres goles. Demostramos que somos un equipazo. Entramos en la historia”.
Sí, fue el día en que Ignacio Heguy anduvo a caballo en el Obelisco.
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