“Señor welovepolo, buenos días”. “¿Quién habla? ¡Son las 5 de la mañana!” “Soy Washington Evaristo Buenaventura. Web. Siempre con algún informe de Internet. Esta vez, sobre el origen del juego. Lo pulbico la web educar.org, y, por ende, es muy educativo”. “¡Pero web! Son las 5 de la mañana!”. “Mister welove, el trabajo no tiene horario. Lo pondre en la página. Cambio y fuera”.
El Polo es un deporte que tiene su origen en el llamado Sagol Kangjei que se jugaba en la India (en Manipur) alrededor del año 300 antes de Cristo. En Persia se jugaba el Pulu (que significaba Raíz de sauce) ya desde más de 500 años antes de Cristo.
Este deporte se extendió por Oriente, con características especiales, y se lo practicaba en Japón, China, India y el Tíbet; se lo denominaba dakyu. Entre las curiosidades y antecedentes históricos de estas prácticas, se hallan pinturas chinas sobre seda que reproducen al Emperador Hsuang-Tung jugando al polo.
Los militares británicos destinados a la India (Colonia británica) aprendieron allí a jugarlo, a mediados del Siglo XIX. El Polo es regido por el Reglamento establecido en 1875 en Gran Bretaña, por la Hurlingham Polo Association de Londres. Ya un año anterior se había realizado un primer partido.
El mazo tiene la cabeza de madera y un mango fino y flexible de bambú o grafito con una longitud entre 119 y 137 cm. La bola que se usa al aire libre, antes era de madera y ahora de plástico, mide entre 7,6 y 8,9 cm de diámetro y pesa entre 99 y 127,5 g.
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