Perogrullo: el polo moderno no es como el polo de antes. Esta obviedad que bien podría ganarse un premio a la obviedad más grande de los últimos tiempos, permite una interpretación. Es que como el polo no es como antes, los jugadores tampoco lo son (frase que ganaría el segundo puesto). Y, por lo tanto, su forma de moverse en el campo es distinta.
El 1 ya no es el delantero fijo y estático. El 2 y el 3 van y vienen, rotan, se mueven. Y el 4… En realidad, se trata del jugador que menos varió con el paso de los años.
Bienvenido entonces al mundo back. Los hay de todos las características. Aquellos más clásicos, como Eduardo Heguy. O los talentosos y desequilibrantes en ataque cuando se lanzan en ataque, como Marcos Heguy. O los de pegada fuerte y juego aguerrido, como Francisco de Narváez.O los que hacen del backhander un culto, como Ignacio Novillo Astrada. O los que deberán aprender los secretos del puesto con la clase que ya tienen como, Juan Martín Nero. O los que siempre cumplen, como Bartolomé Castagnola.
Seguramente de una mezcla de todos saldrá el back perfecto. Para algunos de ustedes, amigos cibernautas, alguno será mejor que otro (por eso abrimos la encuesta para que ustedes participen). Pero no hay verdades absolutas. La única realidad es que el back sobrevive con su espíritu de antaño a los convulsionados tiempos modernos.
sábado, 16 de febrero de 2008
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