Querido blog: tu humilde creador te escribe estas líneas desde la bella Córdoba, que nos ha recibido con los brazos abiertos para nuestro merecido descanso vacacional. Eso sí: el recibimiento fue con menos sol del esperado. Mucho menos... Esta mañana, por ejemplo, el celeste gobernaba el cielo pero poco después del mediodía son las nubes las que mandan.
Córdoba también muestra algunas curiosidades respecto al polo. En una visita a VIlla Giardino, el encargado de la rotisería cercana a la terminal de omnibus que vende unas empanadas muy recomendables, despachó el pedido vestido con una camiseta blanca de Ellerstina Etiqueta Negra. Cuando se dio vuelta, tenía el 1 de Facundo Pieres. Conclusión: era del 2006. En Carlos Paz, un muchacho al que las vacaciones le agregaron algunos kilos, tenía puesta la negra del equipo de los Pieres. Cuando se dio vuelta, decía Facundo Pieres y un 2 bien grande. Conclusión II: el marketing todo lo puede, hasta hacer jugar a Facu de un puesto inédito.
Te sigo contando, querido blog, que muchas más camisetas de polo pasaron por nuestros ojos a cada rato. De países, la mayoría. Una celeste de Beaufort, el club inglés. Otra de un azul bien oscuro de Handycup (así, mal escrito), con un 4 en blanco sobresaliente. Se ven más camisetas de fútbol, pero no es una diferencia abismal. Casi no hay de rugby. Mucho menos de otros deportes, salvo un cordobés especialista en fernets, que en un bar toma y toma con una remera roja de Ferrari que dice Raikkonen. Conclusión III: las remeras de polo ocupan el segundo lugar en el podio de deportes...
Moda, tendencia, costumbre o lo que se te ocurra, blog. Es una realidad. El polo salta sus fronteras y crece fuera de la cancha. Para algunos, es un horror. Para otros, está perfecto. ¿A vos que te parece blog? Es la nueva era de un polo más popular.
lunes, 28 de enero de 2008
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